El papel de la Fisioterapia en la Fibromialgia

Fibromialgia - fisioterapiavtoledo.com

El papel de la Fisioterapia en la Fibromialgia

Noticia escrita el: 07 JUN 2016

La fibromialgia es quizás uno de los síndromes más intrigantes para la práctica médica. Es considerada una patología de causa desconocida y consecuencia de la interacción de varios factores. Se trata de un síndrome de dolor crónico cada vez más presente en la sociedad, quizás porque ahora existe mucha más información de la que había hace algunos años. Para algunos, la enfermedad tiene su origen en una alteración de los mecanismos de modulación del dolor, lo que provoca un incremento de la sensación dolorosa ante cualquier estímulo.

La consecuencia es un dolor crónico que termina por afectar a nivel psicológico ya que el dolor se convierte en una enfermedad en sí mismo cuando limita el movimiento, interfiere el sueño, altera el estado de ánimo o dificulta las relaciones interpersonales. Otros síntomas asociados son la fatiga, que limita severamente las actividades diarias; la rigidez de diferentes articulaciones del cuerpo; trastornos del sueño, factor que empeora los síntomas; entumecimiento u hormigueo en extremidades; y otro conjunto menos frecuente pero posible como dolores de cabeza, trastornos de concentración y de memoria, desequilibrio, mayor sensibilidad al medio ambiente, sequedad de boca y ojos, depresión, cuadros de estrés y ansiedad.

Se trata de un trastorno variado y complejo para el que no existe tratamiento definitivo, lo que obliga a trabajar en equipo para ofrecer a un aumento en su calidad de vida. Por ello, es importantísimo abordar al apaciente desde un punto de vista multidisciplinar, en equipos integrados por reumatólogos, psiquiatras, psicólogos, médicos rehabilitadotes, fisioterapeutas, asistentes sociales, etc.

El primer eslabón en la escala terapéutica consiste en transmitir al paciente una información adecuada acerca de la naturaleza no maligna y el carácter crónico de la enfermedad, así como identificar factores agravantes. Hemos de subrayar que la FISIOTERAPIA no constituye la piedra angular del tratamiento pero cada vez con más frecuencia los pacientes acuden y solicitan estos tratamientos, que ofrecen un abanico de posibilidades para mejorar la calidad de vida. Se trata de la aplicación de medios físicos en dos niveles distintos: el primero es el ejercicio físico general; y el segundo nivel de actuación es la aplicación de los medios físicos para intentar reducir el dolor y las alteraciones musculares que se asocian.

Se recomienda cualquier tipo de ejercicio, siempre que se realice de forma regular, moderado en intensidad, progresivo y dirigido por un profesional. Éste debe ser realizado unas tres veces por semana para reducir la sensibilidad de los puntos dolorosos, mejorar el sueño y la fatiga. Otro tipo de técnicas, también encaminadas a mejorar la condición física general pueden ser combinadas: ejercicios de relajación, asociados a técnicas respiratorias; estiramientos de músculos afectados; aplicación de calor y maniobras de masaje, con objetivo de producir un efecto relajante, sedante y descontracturante; y ejercicios en el agua y en balnearios.

También es muy importante la realización de tratamientos grupales, en el que los pacientes se sienten aliviados al conocer que existe más gente que sufre de la misma forma y se comprende mucho mejor el dolor que se soporta y las incapacidades que esta enfermedad produce.

Desde esa dinámica de trabajo se puede ofrecer mucha más información y el paciente podría aprender un programa de ejercicios para después realizarlo en su domicilio y acudir a revisión de su fisioterapeuta, en consulta, sólo de forma periódica.

 

Los síntomas clínicos de los pacientes con fibromialgia aparecen en forma de ciclos periódicos a lo largo del año, intercalados por periodos de relativa mejoría. Este patrón, sumado al hecho que se trata de una patología crónica, hace que recomendable establecer ciclos terapéuticos anuales en los que se aplicaría todo el conjunto de técnicas terapéuticas mencionadas anteriormente.

 

Finalmente, puede que no sea posible cambiar el comportamiento total del dolor sino solamente algunas características. Es muy importante marcar objetivos claros y alcanzables antes de iniciar el tratamiento y debe quedar claro que el dolor puede atenuarse pero puede no desaparecer del todo. Las asociaciones de pacientes afectados por fibromialgia representan un punto de apoyo insustituible en la ayuda emocional a estos enfermos, así como en el aumento de las posibilidades terapéuticas hacia ellos al margen del sistema sanitario del estado.

Últimas Noticias Ver todas