Estabilización del suelo pélvico a través de la fisioterapia

Estabilización del suelo pélvico mediante técnicas de fisioterapia

Estabilización del suelo pélvico a través de la fisioterapia

Noticia escrita el: 17 DIC 2020

¿Qué es el suelo pélvico?

 

El suelo pélvico o periné es el conjunto de músculos y tejidos conjuntivos que tapiza la parte inferior de la pelvis. Cierran la cavidad abdominal en su parte inferior y su función principal es sostener los órganos pélvicos (vejiga y uretra, útero y vagina o próstata; y recto) en la posición adecuada porque de ello depende su normal funcionamiento. 

 

Su principal componente es el músculo elevador del ano, un músculo que cubre la mayor parte de la pelvis. Los órganos pélvicos pueden dividirse en 3 compartimentos: Anterior (vejiga y uretra), Medio (útero y vagina, próstata y vesículas seminales) y Posterior (recto, conducto anal y aparato esfinteriano). 

 

Por tanto, constituyen esos músculos que se encuentran entre el pubis y el coxis, alrededor de la vulva y el ano y, además, se sitúan en dos planos: 

 

- Uno superficial, cuya función más importante es la sexual, aunque también ayuda a sostener los órganos pélvicos. 

 

- Y otro más profundo, llamado periné profundo o posterior, formado por los músculos que efectivamente sujetan dichos órganos, controlan los esfínteres y mejoran la calidad de las relaciones sexuales.

Algunas de las funciones destacadas son las siguientes: 

  • Funciones de continencia: el suelo pélvico controla los esfínteres para una correcta micción y defecación. 
  • Función sexual: unos músculos perineales tonificados mejoran la calidad de las relaciones sexuales. 
  • Función reproductiva: el periné es el último obstáculo que debe salvar la cabeza del bebé, ayuda a que su cabeza rote y produce una contracción refleja en el útero (reflejo expulsivo) que provoca a la embarazada un deseo de empujar. 
  • Función de sostén: el perineo sostiene la vejiga, el útero, la vagina y el recto.

 

¿Por qué se debilita el Suelo Pélvico?

La salud del suelo pélvico se puede ver comprometida por diferentes factores que incidirán en su debilitamiento progresivo y en la pérdida de sus funciones básicas como la esfinteriana, reproductora o de estabilidad. Los factores que afectan mayoritariamente al debilitamiento del suelo pélvico son:

- La maternidad.

El número de embarazos y tipo de parto son los factores que más se relacionan con el debilitamiento de los músculos del suelo pélvico. 

- El sobrepeso o la obesidad.

Un exceso de peso corporal es también sinónimo de sobrepeso para el suelo pélvico. Los problemas metabólicos y cardiovasculares propios de la obesidad no ayudarán a mantener la salud muscular del suelo pélvico.

- La edad y menopausia.

Con la edad y los cambios hormonales propios de la menopausia el tejido músculo-conjuntivo va perdiendo progresivamente sus propiedades.

- Las actividades de impacto.

Los ejercicios de alta intensidad (correr, saltar, levantar pesos) y trabajos en donde se cargan pesos aumentan la presión sobre el suelo pélvico. 

 

En definitiva, la debilidad pélvica puede desencadenar alguna disfunción de suelo pélvico como: la incontinencia urinaria o fecal, los prolapsos de órganos pélvicos, las disfunciones sexuales o el dolor pélvico crónico. Todas estas disfunciones van a repercutir negativamente en la calidad de vida y deteriorar la funcionalidad de las actividades de la vida diaria o laboral.

 

En cuanto a los hombres, aunque la incidencia de trastornos de suelo pélvico es mucho menor, también pueden sufrir pérdidas de orina tras cirugías de próstata o problemas de falta de control de heces tras intervenciones para tratar el cáncer de recto. Igualmente, pueden presentar dolor, dolor perineal asociado a la erección o a la eyaculación, o dolor pélvico al estar sentados o mantenerse de pie mucho tiempo. Por suerte, la fisioterapia puede ayudar a la estabilización del suelo pélvico. 

 

¿Cómo ayuda la fisioterapia a la estabilización del suelo pélvico?

La prevención es la mejor estrategia a seguir para evitar los problemas de suelo pélvico. Los ejercicios específicos, como los famosos ejercicios desarrollados por el ginecólogo Arnold Kegel a mediados del siglo XX para combatir la incontinencia urinaria de sus pacientes tras el parto, son fundamentales para fortalecer esta musculatura. Concretamente, consisten en contraer y relajar repetidamente los músculos pélvicos activando toda la zona del ano, la vagina (en el caso de las mujeres) y la vejiga.

Si no hay problemas previos, cinco minutos al día son suficientes para mantener tonificado el suelo pélvico. De existir trastornos como los anteriormente mencionados, es conveniente consultar con un especialista. En estos casos, la primera línea de tratamiento es la fisioterapia. En las unidades de suelo pélvico, a partir de una evaluación exhaustiva del estado de los músculos, del estado del tejido de sostén y de la estabilidad de los órganos pélvicos, el fisioterapeuta determinará el tratamiento más adecuado, que suele pasar en la mayoría de los casos por el entrenamiento de los músculos del suelo pélvico.

 

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