La sociedad actual nos impone un ritmo de vida que hace que “escuchemos” muy poco las necesidades de nuestro cuerpo. Es importante cuidar el ritmo biológico de las deposiciones, por lo que se debe acudir al baño cuando se siente la necesidad, sin retrasarlo y no sólo cuando lo creemos conveniente.
El estreñimiento crónico es uno de los principales factores de riesgo que provocan el debilitamiento de la musculatura del Suelo Pélvico que soporta presiones excesivas. Ésto, es debido a los empujes defecatorios que se realizan al intentar defecar sin éxito ocasionando una presión constante y periódica a nivel perineal.
CAUSAS
1. Malos hábito desde la infancia: Niños que retardan la necesidad de ir al baño.
2. Sendentarismo: La falta de movilidad puede repercutirnos a nivel de la motilidad intestinal y provocar estreñimiento.
3. Mala alimentación: Alimentos pobres en fibras, ricos en grasas saturadas y con muchas calorías, así como el abuso de comidas prefabricadas, pueden favorecer la aparición de estreñimiento.
4. Estrés.
5. Abuso de laxantes o el consumo de algunos medicamentos.
6. Causas ocasionales como el embarazo, los viajes, cambio de hábitos. En este caso, son puntuales y no suelen ser graves pero si hay que tenerlos en cuenta.
CONSECUENCIAS
1. Prolapsos de los órganos pélvicos (vejiga, útero y/o recto). Debido a los grandes esfuerzos y empujes defecatorios se puede provocar un descenso de estos órganos a través de la vagina.
2. Prolapsos a nivel rectal.
3. Fisura anal.
4. Debilidad del Suelo Pélvico debido igualmente a las fuerzas de empuje pudiendo conllevar otros problemas como la Incontinencia Urinaria y/o fecal asociada.
5. Hemorroides: Los esfuerzos que se realizan para empujar y el aumento de la presión esfinteriana anal pueden favorecer el desarrollo de una patología hemorroidal.
6. Síndrome del Periné Descendente: Como consecuencia de los grandes empujes defecatorios se provoca un descenso perineal excesivo. Este descenso puede provocar una Neuropatía del Nervio Pudendo por estiramiento pudiendo generar un dolor perineal y el desarrollo de la incontinencia anal.
TRATAMIENTO DE FISIOTERAPIA EN EL ESTREÑIMIENTO
Objetivos planteados:
1. Normalización del tono abdominal, diafragmático y de la musculatura del suelo pélvico para la correcta gestión de presiones dentro de la cavidad abdomino-lumbopélvica.
2. Reeducación de las Maniobras Defecatorias.
3. Reeducación de la Sensibilidad Rectal.
Para alcanzar estos objetivos, algunas de las Técnicas Fisioterápicas que podemos emplear son:
1. Masaje Abdominal: Su función es facilitar los movimientos peristálticos del intestino y su tránsito.
2. Entrenamiento de la Musculatura del Suelo Pélvico: Se trabajan las hipotonías o hipertonías de esta musculatura que en muchas ocasiones pueden estar causando el problema. Se busca trabajar la normalización del tono de la musculatura perineal.
3. Biofeedback: Se trata de una técnica conductual para que la persona aprenda a controlar y relajar tanto el suelo pélvico como el esfínter externo del ano para conseguir una evacuación con éxito. Se recomienda cuando hay una disinergia en la musculatura de suelo pélvico o un anismo.
4. Trabajo del Diafragma para la correcta transmisión de las presiones dentro de la cavidad abdomino-lumbo-pélvica.
5. Gimnasia Abdominal Hipopresiva: Para disminuir la presión pélvica y aumentar los movimientos intestinales.
6. Hábitos Conductuales: Es conveniente adquirir unos hábitos defecatorios. Ir al baño todos los días a la misma hora para intentar ir reeducando poco a poco el reflejo de la defecación.
7. Aprendizaje de una Correcta Postura Defecatoria:
- Colocar un pequeño taburete debajo de tus pies favoreciendo la evacuación.
- Evitar la flexión de tronco hacia adelante, procurando permanecer erguidos para favorecer la activación de la faja abdominal.
- En el momento de la defecación, hay que EVITAR EMPUJAR, se recomienda realizar espiraciones frenadas o forzadas durante la defecación en vez de los importantes empujes defecatorios. Es decir, no te olvides de soplar durante la defecación.
