La faceta más conocida de la fisioterapia es aquella que tiene que ver con aspectos relacionados con la traumatología (fracturas, intervenciones quirúrgicas por prótesis, esguinces…), pero la labor del fisioterapeuta va mucho más allá. 

Las lesiones más frecuentes, y probablemente las que reciben la mayor cantidad de diagnósticos y tratamientos incorrectos, son las del pulgar del esquiador (más habitual en esquí alpino y de fondo) y los esguinces de ligamentos de rodilla. La primera, la lesión del pulgar, se produce cuando el esquiador se cae con el bastón sobre su mano abierta. 

Una de las patologías más frecuentemente diagnosticadas en consulta es la conocida como choque fémoro-acetabular (CFA). Se trata de una patología de existencia muy anterior al inicio de su diagnóstico. Es decir, a pesar de que se empezó a conocer en el inicio del siglo XXI, actualmente se piensa que es uno de los factores desencadenantes de sintomatología dolorosa y proceso degenerativo precoz en personas relativamente jóvenes.