Ondas de choque en fisioterapia

Fisioterapeuta usando un cabezal de onda de choque

Ondas de choque en fisioterapia

Noticia escrita el: 07 FEB 2022

En fisioterapia se puede elegir entre dos tipos de ondas de choque (radiales y focales) en función de la lesión a tratar, de sus características y de la profundidad de la estructura afectada.

En el caso de la terapia de tipo focal, también llamada de alta energía, la terapia consiste en la aplicación de ondas sonoras de alta velocidad. En concreto, entre una y cuatro ondas por cada segundo. Esto se consigue a través de un cabezal que impide la dispersión y focaliza las ondas a través de un gel conductor sónico que se coloca exactamente encima del lugar a tratar, una vez localizado por palpación y por medio de ecografía.

La profundidad a la que pueden llegar las ondas difiere según si son ondas radiales, en cuyo caso llega a profundidades de hasta 2-3 centímetros; u ondas focales, en cuyo caso la profundidad es bastante superior, pudiendo llegar hasta los 8-10 cm, dependiendo de diversos factores como, por ejemplo, la profundidad a la que se encuentra la estructura y la cantidad y calidad del tejido interpuesto entre el aplicador y la lesión.

Puesto que las ondas focales alcanzan una mayor profundidad, y concentran o focalzian mucho más la energía aplicada, producen también más dolor, siendo necesario, en ocasiones, aplicar algún tipo de anestesia. Las ondas radiales, son mucho menos molestas.

Este tipo de tratamiento, entre otras consecuencias, tiende a acelerar la producción de colágeno, necesaria para la reconstrucción de cualquier tipo de tejido. Además de acelerar la reconstrucción tisular por medio de la activación del factor angiogénico, el tratamiento por ondas de choque en fisioterapia permite disolver calcificaciones, evitando la necesidad de que tengan que eliminarse por cirugía. Por otro lado, la no necesidad de intervención quirúrgica, implica que el restablecimiento se produce en menor tiempo.

En definitiva, las ondas de choque producen microroturas a nivel celular y de los tejidos que, tras una respuesta inflamatoria, llevan facilitar su proceso de reconstrucción. Con ello, normalmente desaparecen los problemas del dolor crónico que suelen ser los motivadores de este tipo de terapias.

Las ondas de choque resultan efectivas en fisioterapia en un elevado porcentaje de los casos, aunque en ocasiones hay que hacer un seguimiento y repetir el ciclo, tras un periodo de tiempo para restablecer de forma completa la lesión.

Es importante que se deje el tiempo necesario, entre 5 y 7 semanas tras la última sesión, para que los tejidos puedan dar una respuesta reparadora y conocer de forma definitiva el verdadero resultado de la terapia.

¿Para qué están indicadas las ondas de choque en fisioterapia?

Como hemos indicado anteriormente, son muy efectivas en caso de tendinopatías crónicas, con y sin calcificación asociada, como ocurre con los hombros, rodillas y tobillos (tendones de manguito rotador, rotuliano y aquíleo o espolón calcáneo por fascitis plantar).

Otro tipo de aplicación interesante se encuentra en el caso de fracturas, para que la regeneración sea adecuada, pudiendo incluso acelerar la consolidación ósea, cuando así se considere adecuado, donde existe una gran cantidad de bibliografía publicada sobre el efecto en estos casos.

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