Se trata de la estimulación de puntos específicos sobre los pies mediante la teoría terapéutica de que todos los órganos importantes están representados sobre la superficie anatómica de la planta del pie. Gracias a esta conexión, mediante digitopuntura y técnicas específicas aplicadas, se podría influir de forma positiva para favorecer el alivio de numerosas dolencias como el dolor de espalda, dolor en el cuello, estreñimiento, gastritis, dolores menstruales, asma, cefalea, entre otras.
Los beneficios a la salud de la reflexología no están totalmente demostrados científicamente, y no aparecen como superiores a un efecto placebo o al de un masaje. Quienes proponen esta terapia señalan que el éxito de la reflexología radicaría en estimular los puntos reflejo que supuestamente permitirían acceder a cualquier parte del cuerpo, a pesar de que esto es contrario al consenso científico sobre la materia y al conocimiento acumulado sobre fisiología humana.
La reflexoterapia es una ayuda terapéutica, no un remedio definitivo. Los partidarios de esta técnica defienden su eficacia por su íntima relación con otra técnica oriental, conocida como acupuntura, basada en la interacción sobre una serie de canales de energía, llamados meridianos. Cuando esa energía se “estanca” dentro de un órgano o en algún punto del trayecto se produce un desequilibrio que supuestamente es capaz de repercutir sobre sus funciones orgánicas.