Los datos epidemiológicos derivados del aumento exponencial en el número de siniestros, accidentes laborales y de tráfico, provocados en nuestro país en las últimas décadas hacen de estos dos problemas unos de los que con mayor frecuencia son valorados de forma diaria en las consultas médicas y de fisioterapia.
En este sentido, y como consecuencia de la obligación existente en nuestro país de ajustar el estado del paciente y los daños asociados, no sólo físicos sino también psíquicos, mediante la baremación descrita a nivel legislativo en el anexo a la Ley 34/2003, la sintomatología que presenta el paciente tras un accidente laboral o tras una colisión posterior implica, con excesiva frecuencia, un tratamiento complejo.
El proceso patológico requiere un sistema de valoración exacto y riguroso, ajustado a evidencias científicas derivadas de una buena práctica profesional, no sólo para reducir los días de baja laboral y médica sino también para reestablecer la capacidad laboral y funcional del paciente en el menor plazo de tiempo posible.