El vendaje funcional, también llamado taping, es una técnica de vendaje que consiste en la confección de un sistema de contención articular mediante cintas de un tipo especial de esparadrapo para el tratamiento de determinadas lesiones músculo-esqueléticas. Se utilizan en articulaciones como el hombro, codo, muñeca, dedos, tobillo, rodilla, cadera o espalda. También se han desarrollado métodos de vendaje para dar solución a patologías de origen muscular como son los vendajes de descarga, de acortamiento o de inhibición.
El objetivo principal es reforzar o suplir una estructura lesionada, permitiendo a la vez un movimiento funcional óptimo. Es decir, estabilizar al máximo una estructura permitiendo al paciente seguir practicando sus actividades. El vendaje debe ser realizado limitando los movimientos que implican el uso de las estructuras lesionadas, dejando libre el máximo nivel de movimiento.
Por otro lado, la tensión de la tiras y su adherencia conllevan un aumento de la información exteroceptiva que recibe el paciente. Esta tensión, percibida a través de la piel, le proporciona información sobre el movimiento que queremos facilitar o limitar con el vendaje.
La compresión del vendaje produce también un aumento de la propiocepción, lo que ayuda a reconocer mejor las variaciones de posición y los movimientos que se están produciendo en la estructura vendada.
Se utiliza fundamentalmente en patologías traumáticas y deportivas, aunque en la actualidad está presente también en centros de asistencia primaria y hospitales.