La fibrosis es una patología que se conoce también como granuloma cicatricial. Podemos afirmar que las lesiones musculares se producen con frecuencia, sin embargo, la mayoría de los tejidos de nuestro cuerpo tienen la capacidad de regenerarse por sí solos tras sufrir una lesión. No obstante, en ocasiones, el tejido primario del músculo no se regenera de forma adecuada y, en su lugar, éste es sustituido por tejido fibroso.
Esta patología se puede producir en cualquier músculo del cuerpo, siendo los más habituales, los glúteos, los deltoides y, principalmente, el cuádriceps clural, dando lugar a una limitación progresiva a la hora de flexionar la rodilla.
CAUSAS
La fibrosis muscular aparece por diferentes causas. En primer lugar, puede generarse por movimientos inadecuados, repetitivos y forzados del músculo, por lo que las personas deportistas cuentan con una mayor probabilidad de padecer esta dolencia. En otras ocasiones, la fibrosis muscular aparece tras una intervención quirúrgica en la que el proceso de cicatrización no se produce de forma correcta.
SÍNTOMAS
La principal consecuencia de esta alteración muscular es la rotura de fibra en un músculo, lo que puede provocar diferentes síntomas, como son:
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Dolencias en la zona afectada
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Restricción progresiva de la contracción del músculo afectado, dificultando los movimientos del cuerpo
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Limitación a la hora de estirar el músculo afectado
Además, con frecuencia, la fibrosis muscular suele ir acompañada de la aparición de adherencias. Estas se definen como la unión de diferentes tejidos musculares que chocan entre sí y consiguen pegarse unos con otros. Las adherencias dificultan todavía más la movilidad e influyen en la calidad de vida de las personas, sobretodo cuando se encuentran en determinadas zonas como pueden ser las muñecas o rodillas.
TRATAMIENTO DE LA FIBROSIS MUSCULAR
La acumulación de tejidos fibrosos en el músculo da lugar a un funcionamiento deficiente del mismo, principalmente porque éste se vuelve menos flexible. Por ello, al percibir las primeras molestias se debe acudir a un especialista para que corrobore la acumulación de tejido fibroso en el músculo.
Para poder diagnosticar fibrosis muscular, será necesario realizar una resonancia magnética o una ecografía, piesto que con una radiografía convencional no es posible observar la acumulación del tejido fibroso en el músculo. El tratamiento de esta patología suele comenzar con técnicas de fisioterapia, pero los casos más severos requerirán de intervención quirúrgica.
Son muchas las técnicas que podrá usar un fisioterapeuta para el tratamiento de la fibrosis muscular. A continuación, te vamos a contar cuáles son las más utilizadas y las que mejores resultados ofrecen.
Masoterapia
Es una técnica utilizada para la rehabilitación de numerosas patologías relacionas con el dolor muscular. Consiste en un masaje profundo sobre el músculo afectado llevado a cado por un especialista en fisioterapia. Este masaje con fines terapéuticos permite ir recuperando la movilidad de la zona afectada. Además, la masoterapia mejora la circulación sanguínea y reduce el dolor, ya que contribuye a la relajación del músculo.
Tecarterapia
Esta técnica es de las más recomendadas en los casos de fibrosis muscular. Su aplicación puede ser de forma manual para que el especialista pueda hacer más hincapié en la zona afectada. La tecarterapia permite alcanzar zonas más profundas del cuerpo. Esta mayor profundidad se debe a la utilización de radiofrecuencia que permite generar calor en la zona dañada, favoreciendo la recuperación de cualquier patología muscular en menos tiempo.
Ozonoterapia
Se trata de una técnica que emplea ozono médico para tratar diferentes patologías musculares. El tratamiento consiste en aplicar punciones de ozono en los puntos dolorosos. De este modo, el dolor se reduce notablemente. Asimismo, la ozonoterapia favorece la circulación sanguínea.
Ondas de choque
Se trata de un tratamiento revolucionario y altamente efectivo para el alivio de las dolencias ocasionadas por esta patología. Se recomienda la combinación de estas ondas con el tratamiento manual, realizado por un especialista. Este tratamiento consiste en la aplicación de corrientes de aire de alta intensidad.
Técnicas individualizadas
Además de las técnicas anteriores, el fisioterapeuta podrá eplear diferentes técnicas individualizadas para el tratamiento de la fibrosis muscular, Las más comunes son la acupuntura, ejercicios de pilates y los estiramientos. Las diferentes técnicas a utilizar dependen de varios factores. Principalmente, para valorar qué técnica es la más adecuada para tratar la dolencia, se estudian factores como la edad del paciente, cuál es el músculo afectado y el estado de la lesión.
Cirujía
Como decíamos anteriormente, también se utiliza la intervención quirúrgica para el tratamiento de la fibrosis muscular en los casos más graves, aquellos en los que la pérdida de movilidad es de tal nivel que dificulta la actividad diaria de la persona.
En definitiva, la fibrosis muscular se considera una patología causada por una deficiente cicatrización del músculo previamente lesionado. Se recomienda acudir a un especialista en cuanto se noten las primeras molestias ya que cuanto antes se comience con el tratamiento adecuado las posibilidades de recuperación son más altas.