8 de cada 10 mujeres sufren pérdidas de orina; el 49% las padece de forma frecuente y, el 30% restante, ocasionalmente, según una encuesta realizada a más de 2.000 mujeres españolas por la plataforma 'eCommerce' especializada en suelo pélvico.⁠

Así, aunque es habitual creer que las pérdidas de orina se relacionan con factores como la maternidad o la edad, los datos indican que hasta un 56% de las mujeres menores de 40 años y sin hijos que contestó a la encuesta también padece pérdidas de orina.⁠

Como veis, es más común de lo habitual y aquí queremos contaros que es algo reversible en la mayoría de los casos y que la fisioterapia es la primera aliada para conseguirlo.

¿Qué es la incontinencia?

La incontinencia urinaria (IU), según la International Continence Society (ICS), se define como cualquier pérdida involuntaria de orina.

Los estudios epidemiológicos sobre la prevalencia de la IU nos muestran una alta prevalencia en la edad adulta, siendo de 2-4 veces más común en mujeres y aumenta la incidencia con la edad.

Sorprende que tratándose de una disfunción que perjudica nuestro comportamiento social y nuestra calidad de vida se haya “normalizado” e incluso se considere fisiológico.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la IU?

Deportes de impacto y deportes hiperpresivos: Ejercicios como la halterofilia o el running suponen un aumento de presión para tu suelo pélvico, si te gustan este tipo de deportes no tienes por qué dejar de practicarlos, pero debes dedicar tiempo a entrenar tu suelo pélvico.

Embarazos: En el último trimestre, el aumento de peso y las hormonas pueden debilitar nuestro suelo pélvico. Por eso en las clases preparto ponemos tanto interés en que tengas conciencia de cómo trabajar tu periné, no sólo para fortalecerlo si no también para relajarlo y que así favorezca el parto.

Partos: El tamaño del feto, la duración del expulsivo, los partos instrumentalizados y las episiotomías pueden estar relacionados con una IU. Lo ideal es que empieces a hacer ejercicios suaves de fortalecimiento de tu suelo pélvico desde momento del parto.

Sobrepeso y obesidad: El aumento de peso o los cambios de peso influyen en la musculatura de nuestro periné, pueden debilitar la musculatura de tu periné provocando un hipotono.

Menopausia: El cuerpo produce una menor cantidad de hormonas, esto afecta al colágeno de nuestros tejidos, y contribuye a la relajación de la musculatura, así como a la deficiencia intrínseca del esfínter uretra.

Edad: Con la edad hay factores que pueden contribuir a debilitar nuestro suelo pélvico. Disminución del tejido elástico, reducción del tono de la musculatura lisa, degeneración nerviosa…

Otras disfunciones: Prolapso, histerectomía, cistitis, problemas de próstata, estreñimiento, etc.

Otros factores: Enfermedades respiratorias crónicas, ingesta de fármacos, consumo excesivo de cafeína/teína o alcohol, factores genéticos…

¿Qué tipos de incontinencia hay?

Incontinencia urinaria de esfuerzo: Pérdida involuntaria de orina cuando realizamos un esfuerzo físico, es provocada por un aumento de la presión intraabdominal cuando cogemos un peso, tosemos, reímos o hacemos ejercicio. Normalmente se debe a un suelo pélvico débil, es la más frecuente en mujeres jóvenes.

Incontinencia urinaria de urgencia: Pérdida involuntaria de orina asociada a un fuerte deseo de orinar, que se denomina «urgencia» o «micción imperiosa». Se debe a una contractilidad aumentada de la vejiga urinaria. Es la más común en mayores de 75 años, sobre todo en hombres.

Incontinencia urinaria mixta: Pérdida involuntaria de orina asociada tanto a urgencia como al esfuerzo. Un 30-40% las mujeres que padecen incontinencia urinaria tienen síntomas de incontinencia mixta.

Tipos de tratamientos fisioterapéuticos de incontinencia urinaria 

• Entrenamiento de la musculatura: Este tipo de entrenamiento mejora el soporte uretral para la incontinencia de esfuerzo en mujeres.

• Fortalecer la vejiga: Al fortalecer este músculo de nuestro cuerpo, disminuiremos la hiperactividad de la propia vejiga.

• Aprender a localizar la musculatura que se va a ejercitar: Esto te ayudará a realizar mejores ejercicios y no perder el tiempo con ejercicios para incontinencia urinaria que verdaderamente no dan resultados.

Técnicas de fisioterapia e incontinencia urinaria

Ejercicios de Kegel

Este tipo de tratamiento de incontinencia urinaria femenina se encarga de fortalecer el suelo pélvico. Básicamente, estos tipos de ejercicios consisten en realizar la contracción precisa del suelo pélvico que se encuentra entre el pubis y el cóccix, sin utilizar los músculos abdominales o los glúteos. Se recomienda realizarlos tres veces al día y en diferentes posiciones.

Biorretroalimentación o biofeedback

Considerada una técnica para ejercitar los músculos pélvicos con la utilización de un sensor en forma de tampón ubicado en la vejiga o en el recto.

Técnica de los conos vaginales para incontinencia urinaria

Permite aprender a contraer los músculos del suelo pélvico reteniendo un pequeño cono en la vejiga. Refuerza muy eficazmente los músculos en pocas semanas.

Electroestimulación para pérdidas de orina

Utiliza el mismo electrodo que la Biorretroalimentación pero con un interruptor diferente, que permite realizar el fortalecimiento electrónico de los grupos musculares. Puede ser de alta frecuencia o de baja intensidad, de acuerdo con la tolerancia del paciente.