¿Qué es el dolor cervical?
Alrededor del 80% de la población sufre de dolor cervical o cervicalgia. Los pacientes tienen más probabilidades de sufrirla si su ocupación es sedentaria, y, además, sus actividades de tiempo libre son muy estáticas.
Otro tipo de dolor muy usual es la tortícolis y se caracteriza por una fuerte contractura muscular. Normalmente se definen como un dolor agudo en el cuello, causado por una prolongada posición no fisiológica durante mucho tiempo. Y, biológicamente se debe a una contracción muscular del esternocleidomastoideo y/o los músculos escalenos que fija las vértebras.
Beneficios de la fisioterapia para el dolor cervical
La fisioterapia para el dolor cervical y las cervicalgias permite ofrecer una respuesta adecuada a la patología que presente el paciente. En base al diagnóstico previo, realizamos el tratamiento y aplicamos las técnicas más adecuadas para tratar el dolor y el resto de sintomatología.
El dolor cervical incluye todas las molestias que se localizan en el cuello. Son el resultado de problemas en las estructuras del cuello, los músculos, los nervios, los huesos (vértebras) o los discos intervertebrales.
Coloquialmente se conoce como “dolor de cuello”, término que describe una algia o dolor en la región cervical. Algunas enfermedades relacionadas con este dolor, pueden afectar al brazo con un hormigueo punzante, debilidad y dolor irradiado denominado.
Algunos de los beneficios más significativos son los siguientes:
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Reduce significativamente el dolor cervical contribuyendo a un mejor descanso del paciente.
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Favorece la recuperación de la movilidad en la zona cervical, evitando la sobrecarga.
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Acelera el proceso de recuperación del paciente, evitando la recaída.
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Aumenta la irrigación y vascularización de la zona, desinflamando los tejidos y contribuyendo a una mejor relajación de la zona cervical.
Prácticas de fisioterapia para tratar el dolor cervical
Terapia manual
Se centra en la valoración y el diagnóstico de las disfunciones tanto articulares como de los tejidos blandos que recubren la zona cervical: músculos, fascia, capsula articular, tendón y ligamentos.
Con el tratamiento llevamos a cabo diversas manipulaciones manuales buscando restablecer la disfunción que se haya producido, tanto del movimiento como de los síntomas producidos por las lesiones cervicales, como el dolor muscular, cefaleas, mareos etc…
Refuerzo muscular propioceptivo
Mediante ejercicios de propiocepción, conseguiremos un mayor control del movimiento y un mejor control motor de la musculatura cervical. La finalidad es incorporar una serie de nuevos esquemas de coordinación neuromuscular para proporcionar el factor de seguridad fisiológica. Es decir, brindarle al organismo mayor seguridad a la hora de realizar actividades que involucren al sistema neuromusculoesquelético cervical para ser capaz de aguantar mayor trabajo sin producir sobrecarga ni dolor.
Fisioterapia invasiva
La fisioterapia invasiva son un conjunto de técnicas en las que se utiliza una aguja sólida que aplica de forma percutánea agentes físicos en el tejido musculoesquelético. Las técnicas que aplicamos con estos principios son la punción seca, la electrolísis percutánea intratisular o electroacupuntura.
Mediante el tratamiento con fisioterapia invasiva, podremos trabajar sobre la zona cuando exista una sobrecarga o contractura muscular severa que no pueda tratarse con otras técnicas.
Diatermia
Se encuentra englobada dentro de las corrientes de alta frecuencia. Todas ellas generan un aumento de temperatura en el organismo, pero no todas logran ese efecto al mismo nivel.
Esta técnica consigue calentar de manera profunda y duradera la zona afectada con el objetivo de disminuir el dolor, mejorar la circulación para relajar y desinflamar tanto tejido óseo como tejido blando (músculos, tendones, ligamentos etc…) y acelerar el proceso de recuperación del paciente.
cérvico-braquialgia.
Muchos pacientes refieren síntomas como por ejemplo dolor de cuello al girar a derecha o izquierda la cabeza, o dolor cervical concentrado en uno de los lados. En cualquier caso, es importante realizar un completo diagnóstico previo y una valoración promenorizada y detallada de los síntomas que presenta el paciente: mareos, vértigos, hormigue en la cabeza o las cervicales, etc…