La fisioterapia en los esguinces

radiografia de un esguince

La fisioterapia en los esguinces

Noticia escrita el: 07 MAR 2022

¿Qué es un esguince?

Los esguinces son torceduras o distensiones de los ligamentos que se producen cuando se estiran demasiado o cuando una articulación se sitúa en una posición antinatural. El paciente que sufre un esguince sufre dolores musculares, hinchazón, cambio de color en la piel y rigidez de la articulación.

Existen tres clases de esguince, según la gravedad:

  • Esguince de grado 1: hay distensión de los ligamentos sin llegar a una rotura de los mismos.

  • Esguince de grado 2: existe rotura parcial del tejido ligamentoso.

  • Esguince de grado 3: hay una rotura completa de la porción ligamentosa.

Síntomas de un esguince

Hay varios síntomas que se deben tener en cuenta, entre los que destacamos:

  • Dolor muscular

  • Dolor o rigidez articular

  • Hinchazón

  • Cambios en el color de la piel, como la aparición de hematomas

¿Se puede prevenir?

No existe un método infalible pero hay algunos consejos que se pueden seguir para reducir las posibilidades de padecer un esguince:

  • El uso de calzado protector durante actividades físicas que ejerzan una tensión sobre el tobillo u otras articulaciones.

  • Usar un calzado que se ajuste al pie de forma correcta.

  • Evitar tacones altos.

  • Hacer estiramientos y calentar antes de realizar ejercicio o de la práctica deportiva.

  • No practicar deportes o actividades para las cuales no se ha entrenado.

¿Cómo puede ayudar un fisioterapeuta? 

Los esguinces de grado 1 no requieren en la mayoría de los casos, más que hielo, compresión y vendaje funcional correctivo del ligamento solicitado. Suele durar entre 3 y 7 días la molestia.

Los esguinces de grado 2 y 3 se suele tratar con: masaje circulatorio del edema reciente o residual, masaje con herramientas como ERGON o fascia de INDIBA , manipulación fisioterapéutica del pie en el caso de encontrar restricciones de movilidad , electroterapia ( como tratamiento secundario para ayudar a la sobrecarga muscular y el alivio del dolor). Pero no debería utilizarse solo tratamiento de elección y único ya que existe mucha controversia frente a la eficacia real del beneficio de la electroterapia. 

Se  trabajar la musculatura periférica del tobillo fundamentalmente en los músculos implicados en la eversión (músculos peroneos, tibial anterior y extensor largo de los dedos). Por ello es muy importante realizar un estudio previo de la musculatura con la ayuda de la tecnologia de MDURANCE para realizar una electromiografia de superfice de los músculos más afectados y crear los objetivos terapéuticos a lograr así como la prescripción de ejercicio terapéutico a seguir.  Restaurar la fuerza entre la inversión y eversión. Realización de ejercicios isométricos e isotónicos concéntricos. Combinando con ejercicios de cadena cinética abierta y cerrada. Algunos autores dan mucha importancia al fortalecimiento muscular. Va ganando popularidad y se recomienda hacer hincapié en el trabajo excéntrico al proporcionar mayor tensión que la acción isométrica o concéntrica en un ángulo articular dado.

En el tobillo los músculos peroneos son los primeros en activarse en respuesta de un movimiento de inversión forzado, para controlar la actividad dinámica del tobillo.

Hay que trabajar la propiocepción, que es la cualidad que nos permite apreciar nuestra posición, el equilibrio y sus cambios en el sistema muscular. La situación de nuestras piernas y pies es controlada de forma automática por nuestro sistema nervioso, realizando ejercicios de propiocepción:

  • Apoyo unipodal

  • Apoyo unipodal con ojos cerrados

  • apoyo unipodal sobre plataforma o rodillo inestable

  • apoyo sobre punta de los pies.

  • realizar desequilibrios externos y ejercicios con pelota.

  • Subir y bajar escaleras, andar sobre terreno inestable y subir-bajar cuestas pueden trabajar tanto la movilidad, musculatura y propiocepción del tobillo.

 

Estiramientos de los músculos y ligamentos.

Los ligamentos laterales al igual que la musculatura periférica del tobillo deben tener una buena flexibilidad para evitar recidivas. Conviene tener una buena movilidad articular de todo el tobillo, con los ligamentos elásticos y la musculatura estabilizadora periferica flexible y resistente.

Las fases de cicatrización de nuestro ligamento pasan por cuatro fases de recuperación: 

– Fase 1: Dura al menos 3 días y corresponde a la fase inflamatoria. Es imprescindible evitar el apoyo total durante toda ésta fase.

– Fase 2: Dura entre 4 y 10 días y es la fase de proliferación precoz. La cicatrización comienza y el apoyo es mejor soportado.

– Fase 3: Dura entre 11 días y 3 semanas y se llama fase de proliferación tardía. La cicatrización de colágeno continúa.

– fase 4: dura hasta la 8ª semana y constituye la fase de modelaje y de maduración.

Existen ciertos factores que influyen en la cicatrización la movilización precoz aumenta la resistencia del ligamento y ésta movilización de manera estadística significa la movilización mejora la resistencia del ligamento.

– Por otra parte la movilización mejora la rapidez de cicatrización (15), pero también sobre la calidad,  con una organización más armoniosa en la alineación de fibras de colágeno, en cuanto el ligamento es movilizado, sin embargo la proliferación de tejido de colágeno es anárquico sobre el ligamento que ha sufrido la inmovilización.

Por eso el tratamiento de fisioterapia parece más eficaz que el tratamiento inmovilizador.

¿Qué tipo de ejercicios pueden realizarse para el restablecimiento?

Los ejercicios pueden estar indicados para conseguir los siguientes objetivos: 

Ejercicios para aumentar el rango de movimiento: la inflamación y el dolor puede limitar la movilidad del tobillo. El fisioterapeuta enseñará a hacer ejercicios de forma segura para recuperar el movimiento completo del tobillo.

Ejercicios de fortalecimiento muscular: la debilidad de los músculos del tobillo pueden causar inestabilidad articular a largo plazo y nuevas lesiones. El fisioterapeuta puede determinar qué ejercicios de fortalecimiento son los más adecuados en base a la gravedad de su lesión y la fase de su recuperación.

Ejercicios de propiocepción: son ejercicios de equilibrio y coordinación especializados que ayudan a los músculos a «aprender» para responder a los cambios en su entorno, tales como superficies inestables o irregulares. Estos ejercicios se suelen iniciar cuando se puede apoyar el pie sin dolor. El fisioterapeuta le puede prescribir estos ejercicios para ayudarle a volver a sus actividades normales.

Entrenamiento funcional específico: dependiendo del trabajo o deporte que practique, puede que necesite un programa específico de fisioterapia para volver a la actividad. El fisioterapeuta puede desarrollar este programa teniendo en cuenta todos sus objetivos y demandas, teniendo en cuenta su lesión. Gracias a las nuevas tecnologias , ahora se puede combinar el ejercicio con terapias como la Radiofrecuencia INDIBA o la terapia inductiva para mientras se realizar el ejercicio a la vez se realiza una regeneración de tejidos de manera activa y funcional.

Ejercicios para hacer en casa 

  1. Trabajo con goma elástica para trabajar la flexo/extensión y rotaciones de tobillo 

  2. Trabajo excéntrico de andar de talones y de puntillas 

  3. Trabajo propioceptivo ( posición de estar con un pie delante de otro como si pisáramos una cuerda , apoyo unipodal con ojos abiertos – cerrados,…) 

  4. No están recomendados en las primeras semanas deportes de impacto, pero se puede hacer natación , bicicleta estática , etc.

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