¿Qué es el Vértigo?
Su origen etimológico proviene de la palabra en latín “vertigo” que en castellano significa “mareo”, sin embargo, en medicina ambos términos tienen características diferentes como ya hemos destacado. La persona afectada por este síntoma tiene la sensación de que su entorno gira a su alrededor como en un carrusel, a menudo es acompañado de inseguridad al estar de pie y durante la marcha, así como también de náuseas y vómitos, pero a diferencia del mareo, éste no ocasiona pérdida de conciencia.
Existen dos tipos de vértigos vestibulares:
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Vértigo vestibular periférico: aparece cuando se ve afectado el oído interno o el nervio de equilibrio. Y se caracteriza por la presencia brusca de movimientos falsos acompañados de náuseas, palidez y sudoración que pueden durar minutos u horas.
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Vértigo vestibular central: aparece cuando se ve afectado el tronco encefálico, el cerebelo o el cerebro. Y se caracteriza por la presencia de movimientos falsos en menor magnitud, que se desarrollan progresivamente y perduran en el tiempo. El mismo no varía con los movimientos de cabeza y suele aparecer acompañado de signos y síntomas neurológicos.
¿Qué son los Mareos?
Su origen etimológico proviene de la palabra en latín “mar” que significa en castellano “mar”, haciendo referencia a que este síntoma se iniciaba durante la navegación. Los que la padecen describen una sensación de que están "débiles” que se sienten inestables sobre sus pies, como la sensación percibida cuando se está soñoliento o emborrachado.
Los tipos de mareo son:
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Mareo fisiológico: aparece cuando la información captada visualmente no concuerda con la recabada a nivel vestibular. Surge con frecuencia cuando se está dentro de: carros, trenes, aviones o barcos.
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El presíncope: aparece acompañado de una visión borrosa y el paciente lo describe como una sensación de que se va caer o desmayar, sin que eso último ocurra.
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Síncope: presenta las mismas características que el anterior, pero en esta la persona afectada se desmaya.
Síntomas y signos de los Vértigos o mareos. ¿Cómo saber si los padezco?
Las sensaciones clínicas que originan esta sintomatología son variadas entre sí. A continuación, describiremos los síntomas y signos de los vértigos y mareos, con la intención de que conozcas si lo estás padeciendo o no:
Síntomas de los Mareos
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Pérdida de estabilidad (desequilibrio).
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Aturdimiento.
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Dificultad visual, visión borrosa y sensibilidad a la luz (fotofobia).
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Sensación de pérdida del conocimiento (sensación de síncope)
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Pérdida de la conciencia (desmayo).
Síntomas del Vértigo
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Sensaciones repentinas de giros.
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Incapacidad para concentrarse o permanecer alerta.
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Pérdida momentánea de la visión o visión doble.
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Náuseas o vómitos.
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Pérdida de la fuerza en brazos o piernas.
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Dificultad para ver o hablar.
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Transpiración.
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Pérdida del control de los movimientos oculares.
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En el caso que el vértigo sea ocasionado por enfermedades como la de Ménière también se pueden presentar pérdidas auditivas momentáneas o zumbido en el oído.
Tratamiento de Fisioterapia para los Vértigos o mareos
Según los resultados obtenidos en la valoración en los servicios de fisioterapia y los objetivos de recuperación establecido, el fisioterapeuta personaliza un plan terapéutico los cuales dependen de la causa del vértigo o mareo. El enfoque principal de la intervención es ayudarle a moverse nuevamente y controlar la aparición de estos síntomas paroxísticos. El tratamiento fisioterapéutico diseñado con las características únicas de cada paciente puede incluir lo siguiente:
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Entrenamiento de la marcha y el equilibrio estático y dinámico para reducir el riesgo de caídas en el paciente.
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Terapia relajante y conductual en el caso de mareos psicológicos, esta terapia es realizada de manera multidisciplinaria con la colaboración de psicólogos para beneficio del paciente.
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Ejercicios para mejorar su capacidad de enfocar sus ojos y visión, en donde se trabaja el reflejo vestíbulo ocular.
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Ejercicios de habituación para ayudar al cerebro a corregir las sensaciones de vértigo percibidas.
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Movimientos especializados de cabeza y cuello.
Además, desde un punto de vista más global, ambos síntomas se desencadenan desde la zona cervical por contracturas musculares y cambios de posición en las vértebras cervicales asociados también con situaciones de estrés y presencia de ansiedad, lo que es somatizado en la columna cervical. Desde este enfoque, destacamos otras intervenciones y servicios fisioterapéuticos para tratar específicamente estas causas, las cuales son:
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Masaje descontracturante de la zona suboccipital.
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Osteopatía para desbloquear vértebras cervicales.
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Servicios nutricionales como el asesoramiento o coaching nutricional en el cual se indica la disminución de alimentos acidificantes y estimulantes para el organismo.
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Dosificación de plantas medicinales o fitoterapia con el objetivo de disminuir la hiperactividad del sistema nervioso, así como para tratar la presencia de una disfunción en la vesícula biliar.
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Manejo del estrés, ser consciente de las vivencias estresantes o emocionales que hayan podido provocar esta situación de ansiedad y mareos, contribuye a la reducción de estos síntomas.